La importancia de un MVP en la digitalización- Parte 1
Hace mucho tiempo que escuchamos que la digitalización es un pilar fundamental para la propuesta de valor que las compañías ofrecen a sus clientes y más aún en tiempos de pandemia donde hasta los últimos que no lo querían ver, ahora lo ven.
Ahora, ¿Cómo salvará la transformación digital a mi negocio? ¿Es algo que se compra, es algo que se crea, es un botón que se enciende? Es importante entender que la transformación digital, no es escanear documentos, o tener un Google Drive donde compartas documentos con tus compañeros de trabajo.
¿Cómo empezar?
En base a nuestra experiencia, nos dimos cuenta que al momento de digitalizar procesos, empezarás a obtener cierta información en un tiempo en el cual antes te era imposible de ver, identificarás ineficiencias que nunca habías notado, empezarás a ver costos que no tenías tan claro. Todo esto, es imposible preverlo antes de comenzar a digitalizar los procesos y, más que seguro, redefinirá tu roadmap de transformación digital. Es por esto, que lo recomendable es comenzar con la digitalización de los procesos CORE de la empresa de forma simple y lo más manual posible. Un MVP, por sus siglas en inglés (Minimum Viable Product), es la forma más simple y económica de lograrlo, un MVP es un producto simple que logra digitalizar un proceso, obteniendo datos relativamente en línea y con una certidumbre de la data obtenida. Este producto no tiene que ser necesariamente un software a la medida, se puede incluso hacer un MVP con ciertas plataformas que hoy ofrece el mercado como SaaS.
Luego de implementar un MVP de cualquier proceso, te darás cuenta de que ciertas cosas que pensabas importantes, no lo son y otras que veías irrelevantes son primordiales en esta nueva redefinición de procesos. Un error muy común es mandar a hacer un software full para digitalizar el proceso SIN ANTES implementar un MVP. En Keirón nos pasó, que al implementar el MVP para nuestra solución de Pabellón Digital, nos dimos cuenta que necesitábamos entregar una tablet para el pabellón, ya que no existían computadores ni el espacio para disponerlos. El riesgo de no hacer un MVP es gastar muchísimos recursos en un producto que no sabremos hasta el final si es lo que realmente necesitábamos y en ese momento ya es tarde, la redefinición de la necesidad te puede costar prácticamente un nuevo software.
Es por esto, que es primordial:
- Definir un proceso con una necesidad y objetivos de por qué digitalizar.
- Definir este nuevo flujo, la información que se necesita en cada etapa y de dónde se obtendrá.
- Intentar realizar un ciclo completo de información (Por ejemplo: desde una orden de trabajo hasta la entrega a bodega. No es recomendable comenzar un MVP desde un lead hasta la entrega)
- Generar de forma interna o externa un MVP, que de la forma más sencilla posible, logre crear y registrar este ciclo de información.
- Analizar los datos, dificultades y desafíos encontrados en tu MVP.
Y recién ahí podemos hablar en serio de digitalización.
Alejandro Yung
Socio Fundador y Gerente de Tecnología